sábado, 24 de septiembre de 2011

Tarde en el Carrefour.

   



 No hacía ni 5 minutos que habíamos entrado en el Carrefour cuando mi piojillo estiraba sus bracitos desde  su triciclo para que lo sacara. No quería que lo cogiera. Sólo quería libertad. Libertad para moverse él solito por los pasillos.

      Estábamos en la sección de libros. Lo saqué del triciclo y le pedí la manita. Me la dio durante 3 segundos. Demasiadas tentaciones a su alrededor.

    "Elva, tú lo has soltado, tú corres detrás de él,acepta las consecuencias de tus hechos" pensé. Así que, evidentemente, no me quedó más remedio que ir detrás.

    Pasamos por los pasillos tranquilamente. Miraba aquí y allá, se paraba, curioseaba,miraba a la gente, está acostumbrado a que todo el mundo le digas cositas así que si no le dicen nada se queda mirándolos hasta que se lo digan.

    Seguimos por los pasillos hasta llegar a la electrónica. Los pelos se me pusieron de punta. Mi niño ve un ordenador, un mando, una tele y se vuelve loco. Exacto no hizo nada más que ver una torre con ipads, todos en sus cajitas y con la alarma que parece llevar un botoncito en el centro,para acercarse como los locos. Miedo me dio pensar que todos acabarían por el suelo.

    No. Sus ojitos siguieron cotilleando hasta encontrar las televisiones. De pronto ante nosotros una mega pantalla en 3D. Aaaaaah, pensé que una de las D era la del dinero que me tocaría soltar cuando mi piojillo la tirara. Lo cogí de la mano y le dije, "vamos a ver a Pocoyó".

   Otra vez en la sección de libros. En el pasillo de literatura infantil. Ahora cojo el libro de Pocoyó y me lo llevo, mejor se lo doy a mami. Mami lo devuelve a la estantería ante sus atentos ojos. Ahora cojo uno de Dora, la Exploradora.Vuelvo a dárselo a mami para seguir explorando.

   Mamá vuelve a colocar el libro en la estantería. Ahora libro de colorear de Hello Kitty . Me mira porque hago lo mismo.Colocarlo en su sitio. Sigue su ruta por el pasillo.

   Otro librito. Esta vez Noddy y sus amigos. Me mira. Va a dármelo. Me vuelve a mirar y LO DEJA EN LA CESTA. Jajajajajaja..... no puedo evitar reírme. La lógica de mi niño ha sido aplastante, si se lo doy a mami lo deja de vuelta en la estanterías pero si lo dejo en la cesta va a casa,jajajajaja.

    La verdad es que merecía que se lo comprara pero no quiero que mi niño se acostumbre a tener todo lo que quiera en cualquier momento. Además esta semana le había comprado dos libritos. Habíamos ido a por una pelotita para Gabo y claro le compré los libritos para que no tuviera celillos. Lo mejor fue llegar a casa y ver que él mismo le daba la pelota y se sentaba en el sillón a leer sus libros.

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